5/2/14

Estuvo en mi.

Lloré. Desconsoladamente, lloré, después de mucho tiempo de no hacerlo de esta forma.
Me recordó a todo lo que alguna vez sentí, y me hizo sentir. Ese dolor, en todos los aspectos. Esa angustia que te consume el cuerpo entero, el alma entera.
Nunca me había vuelto a sentir asi. Lo tenía totalmente controlado y engañosamente superado en mi psiquis y mi alma. Pero leer ese final, de Cincuentas sombras de Grey, hizo que me recuerde lo que sentí hace un tiempo atrás, donde yo era otra persona conmigo mismo. Donde yo no pensaba en mi, ni me valoraba realmente, sino que no era yo la importante en la historia. Solo podía dar amor, dar amor y nunca recibirlo a cambio. Y tantos secretos más que me consumen que yo sola sé, y que jamás se los quise ni pude contar a nadie más, porque viven adentro de mi.
Quiero que te vayas lejos, y nunca mas vuelvas. Le hablo a este sentimiento. Ya lo explayé en hojas en blanco, para no olvidar no recordar esto que me comprime el pecho ahora.
También pienso en las ganas que tengo de un gran consuelo, de un abrazo que me diga que todo ya pasó y que no me va a volver a tocar vivir algo semejante. Pero no, mi realidad es otra y me cuesta tantisimo poder soportar eso que me consume los pensamientos y la energía.
Esto... esta melodía es la que rodea este sentimiento, exactamente esta; podría decir que Christian Grey pasó por mi vida de verdad, y me conviritió en Anastasia Steele.
                      Me acurruco en mi desesperación y me abandono en mi sufrimiento.

No hay comentarios: