24/1/17

No sos vos, ya no.

No sos vos quien quiero que vuelva y me saque del agujero cuando otros cuerpos se introducen en el mío.
No sos vos quien quiero que me acompañe al cine, ni me agarre la mano, ni me bese en las noches de lluvia.
No quiero que seas vos el que me caliente los pies en julio, ni el que me aprete entera con los dientes cuando el mundo se me viene encima y sólo quiero a alguien encima mio para poder soportarlo.
Tampoco sos quien me imagino cuando tuve un día de mierda y la nostalgia me estruja los costados y no me deja respirar.

No sos vos.
es quien eras.

Y asumo el ridículo de desear la vuelta de un recuerdo.
De una persona que ya no existe.
Que quizá me la inventé yo hasta dejar de creérmela.
Hasta que me choqué de golpe con un bloque de mármol.
No sos vos.

Te lo llevaste todo haciendo honor a tu nombre, ardiente y fogoso.
Hasta las ganas de intentarlo,
político de almohada,
destructor de ilusiones.
Deja de mirarme con esa mezcla de indiferencia e incredulidad.
Que yo tampoco soy quien fui con vos.
Que yo también tengo miedo aunque me veas reír sin verme,
aunque me veas irme cada vez más lejos,
cada vez más mía.

Que no te extraño,
aunque The Killers nos cante,
aunque los boleteros del cine se pregunten qué fue de nosotros,
aunque siempre vayas a ser el mejor.

No sos vos,
ya no.