20/12/16

Una elección

  Y si vuelvo a escribir, no estaré confirmando que ha vuelto la infelicidad? "Estás mejor", dice la misma gente que ayer afirmaba "no se te nota que estés deprimida, no pareces enferma, pareces normal". Normal, esa convención.

  Normal, quién quiere ser normal?, quién quiere mirarse al espejo y sentir que no hay nada al otro lado?, quién quiere ver el mundo sin maravillarse?

  Prefiero ser Caperucita en un bosque que se quema. Prefiero ser Cenicienta y que me sangren los pies, Rapunzel rapada o una sirena de piedra, antes que abandonarme a la gran costumbre. No quiero sentir que todo está bien o que es lógica la vida. No quiero levantarme y no sentir que me muero. Prefiero ser yo muriéndome...

 Elijo, la locura que nos cura de la normalidad, de la rutina, del trabajo que cotiza, del instinto maternal y de las ganas de ir al gimnasio. Elijo, no porque pueda dejar de ser yo y ser otra, sino porque hoy veo esto que soy, la parte que puedo ver de lo que soy, y lo abrazo, si es que puede uno hacer las paces sin perdonarse, y me digo "está bien ser así y no poder cambiar, está bien y me gusta, es mejor que ser quien no soy, está bien porque podría pensar que está mal pero elijo creer que está bien".

  Renuncio a ser normal. Y a esta gran renuncia le llamo elección.

Si no olvido

Olvidar su cara.
Olvidar su voz, su sonrisa y su forma de reír.
Olvidar sus ojos, su boca, sus manos. Todo su cuerpo.
Olvidar su forma de tocarme, de besarme y hacerme el amor. Olvidarlo mezclándose conmigo.
Olvidar sus gustos.
Olvidarlo cocinando para mi.
Olvidar su mano agarrando la mía al caminar.
Olvidarlo mirándome. Abrazándome al dormir.
Olvidar sus halagos.
Olvidar su dirección y su teléfono. Su casa.
Olvidarnos juntos en lugares.
Olvidar sus mañas. Sus malos chistes.
Olvidar a su familia y amigos. Su mascota.
Olvidar sus "te amo", sus "gracias".

Recordar su egoísmo. Su frialdad.
Recordar su temor a hablar. A decir en voz alta.
Recordar que no puede admitir sus errores. Y que dejó de sentir amor.
Recordar sus silencios. Sus caras de hartazgo.
Recordar sus reproches. Sus castigos.
Recordar sus malas formas. Sus horribles sugerencias sobre mi persona.
Recordar sus ganas de cambiarme.
Recordar para olvidar.
Inventar si es necesario.
Porque si recuerdo todo lo que hizo que lo ame, jamás podré olvidarlo.

Y si no lo olvido, va a seguir doliendo.Si no