1/12/14

Gossip

Desde hace algún tiempo, algunos amigos me comentan que varias personas están hablando mal de mi. No debería ser nada nuevo, digamos que ni soy perfecta, ni pretendo caerle bien a todo el mundo. Lo curioso es lo que dicen y el por qué lo dicen. Por fin me decido a publicarlo para aclarar dudas y por si puede serle de utilidad a alguien que se encuentre en un caso más o menos similar.

Aunque pretendamos que nadie hable mal de nosotros, seamos la clase de persona que seamos, no va a ser posible. Eso es algo que hay que tener claro. Porque, como sabemos, los mayores enemigos son los que tuvieron alguna historia con nosotros: un ex, un ex amigo, etc.
Porque somos humanos y tenemos una tendencia a justificarnos cuando salimos de la vida de alguien echándole la culpa al otro, (sino, obviamente, seria nuestra).  De hecho, cuanta mas íntima y excelente haya sido esa relación, más odio te tendrá cuando deje de tenerte. Así de triste y así de real.
Hay distintos motivos por los que la gente suele hablar de los demás; por interés en otros. Los seres humanos somos sociables por naturaleza. Así que es normal que nos guste conversar y hablar de quienes conocemos. También, tienen inseguridad en ellos mismos. Lamentablemente es un reflejo de sus sentimientos de inferioridad hablar mal de otros.
El chisme, dice mucho sobre quién lo cuenta. Deja ver lo que tiene adentro. A veces es solo mala vibra. Hay quien hace circular rumores para sentirse bien, para convencerse que está por encima de los demas. Osea, es inevitable, siempre habrá gente que hable de uno.

Yo no soy inocente, alguna vez fui parte de esto y me ganó esa avaricia de ser  la mejor parte.
Pero, hablar mal de los demás es visto como un vicio del cual hay que cuidarse: no sólo hace un daño terrible a los demás, sino a nosotros mismos, y hace que nuestro lugar, sea un peor lugar para vivir.
Un precepto budista dice “No condenes a ningún hombre en su ausencia; y cuando te veas forzado a censurarlo, hazlo frente a su cara, pero suavemente y con palabras llenas de caridad y compasión(...)"

La mejor conclusión que llego a todos estos chismes que se están hablando de mi, que algunos lastiman y otros me sorprenden de lo fantasiosos que son, -casi que me siento en un programa de Rial- es optar por ser consciente de esta carencia que tiene la gente al hablar mal de uno, o en el mejor de los casos, hacerles frente. Poner la cara.
La vida es demasiado corta como para andar fijándose en lo que tienen para decir las personas que están en nuestro pasado o no nos conocen mas que por nuestra portada.
Eso, me lo voy a llevar anotado siempre encima, para no hacerme mala sangre de las malas intenciones que andan dando vueltas.


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