26/3/15

La necesidad del final

Cuesta olvidar y dejar ir aquello que nunca fue.
Cuando cortamos con alguien que pensábamos que tendríamos por mucho tiempo con nosotros, las dudas y angustias aparecen y provocan que uno se culpe de todo lo que pasó. Empezás a pensar "qué habría pasado si…", pero te das cuenta de que quizá las cosas debían llegar a su fin,digamos que ya no había salida.
Muchos dirán que salgas adelante y te olvides, sin embargo, para vos es bastante difícil, y hay varias razones por qué cuesta tanto superar esa “casi” relación de la que ya no sos parte.
En principal, no hay un cierre.
Los seres humanos necesitan un cierre. Existe un deseo inherente por tenerlo: todas las historias sin fin, todas las películas que nunca terminamos, todas las temporadas de series que nos dejan con más preguntas que respuestas. Todo esto hace que terminemos  buscando en algún lado más información para intentar aliviar nuestra frustración. Necesitamos un cierre para poder archivar estas cosas en nuestra cabeza y seguir con nuestra vida. Sin embargo, cuando no se logra tener este cierre, cuando estas personas desaparecen de la faz de la tierra o repentinamente aparecen con otra persona en las redes sociales, por ejemplo, lo mejor es, por más difícil que parezca,  buscar tu propio cierre y olvidarte el tema. Te merecés estar mejor y continuar la vida, dejando todo lo malo y lo que no fué, atrás.

Sólo porque no era algo serio no significa que no habían expectativas...
Son todas las cosas que no se dijeron o que se implicaron, todas esas veces que te dijeron “amor” y fueron lindos con vos. Sin embargo, tenemos el hecho de que no pasó nada más allá. Eso es lo que nos hace sentir tan extraños al admitir que no, no hubo relación, pero igual así se siente como si deberías referirte a ellos como “tu ex”. Quizás no un ex novio, pero definitivamente un ex “algo”. Un casi ex.
A nadie le gusta apostar y arriesgar todo y perder.  A veces entregar más de lo que deberías puede provocar que salgas con el corazón hecho mierda, o que te lleves una mala experiencia. Lo mejor es empezar lento y seguir así sin arriesgar demasiado.

Te quedas con una sola parte de la historia
Lo que hiciste, lo que no hiciste, lo que podrías haber hecho, las cosas malas que tenés, las cosas buenas que tenés. Nunca conseguís una respuesta para estas preguntas, así que te quedás especulando. Y somos nuestros peores críticos, por lo que empezamos a pensar que todo fue nuestra culpa. Es así, pero al mismo tiempo, no lo es: sólo sos responsable de tus acciones y no de las de los demás. Racionalizar lo que hiciste vs. lo que otra persona hizo es algo que no te va a llevar a ningún lado. No es tu responsabilidad entenderlo, después de todo, ya no es parte de tu vida. A veces simplemente necesitas saber que lo intentaste y que eso es todo lo que se esperaba de vos. Nada más.

Tus amigos no entienden qué pasa.
Te preguntan dónde se fue esa persona de la que hablabas, qué pasó entre ustedes dos, si es que ya están saliendo de verdad o no. Y debido a que están tan acostumbrados a los ires y venires de la relación, a las cosas que no se dicen y se implican, pensarán que esta es sólo otra parada en la montaña rusa. Sin embargo, hay que volver a revivir el dolor de todo lo que pasó una y otra vez, y a pesar de que nunca será más fácil, vas a ser más fuerte y pronto se van a olvidar de esa persona que CASI existió. Y seguro te van a decir: “es mejor que no estés con él”.

Es difícil reconciliar lo que es con lo que pudo haber sido
Creo que, en el fondo, no importa lo cínicos, heridos y amargados que estemos, en el fondo somos optimistas. Nos gusta creer en el amor y en la felicidad para siempre y que hay algo o alguien esperándonos. Por eso siempre nos quedamos con lo que podría haber sido y con todos esos futuros que imaginamos en nuestra cabeza, pero que nunca fuimos tan valientes como para admitir. Probablemente nos quedemos todo el tiempo pensando en que es y será siempre nuestra culpa porque no fuimos capaces de ser claros y conversar con esa persona antes de que todo se desarmara.

Siempre habrá una próxima ocasión, sólo necesitamos curar nuestras heridas y encontrar la valentía adentro nuestro mismos una vez más.

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